El Ki (otra vez)

Creo sinceramente haber explicado, mejor dicho, haber ofrecido información y explicaciones suficientes, desde el punto de vista cultural, antropológico, étnico y de lógica abstracta, del concepto e interpretación del Ki – Chi – Qi, no obstante voy a tratar, por última vez, el tema dando un repaso lo más exhaustivo posible sobre tan controvertido término analizándolo desde todos los puntos de vista.


Aviso: El contenido de esta entrada puede herir suceptibilidades. Me limito a dar, ofrecer, información veraz, datos comprobables, empíricos y filosóficos. Pero como siempre cada quien es libre de creer en lo que quiera y sacar las conclusiones que le venga en gana, tan solo dejar una premisa meridianamente clara: Información y Opinión son dos cosas muy diferentes. Aquí, en estas páginas, se ofrece información, las opiniones personales son lo que su propio nombre indica: personales, no verdades universales.
Por opinar, yo puedo opinar que la bóveda celeste es en realidad una cúpula de origen y material extraterrestre, alienígena, que nos permite respirar y por la que pasa todo el universo girando alrededor de la tierra. Puedo incluso construir una tesis muy sesuda alrededor de esa idea; sin embargo debería ofrecer información veraz, empírica y objetiva para poder elaborar una base argumental que sirva de fundamento para llegar a la verdad acerca de esa opinión personal.
Aclaro este punto porque, siendo sincero, estoy un poco (bastante) cansado de leer por la red y especialmente en las redes sociales opiniones personales que, en lugar de basarse en argumentos de algún tipo, repiten y refuerzan tópicos y frases de antiguos textos religiosos y filosóficos que la mayoría ni siquiera llega a entender por desconocimiento e ignorancia del argumento base.
Pondré un ejemplo: Hubo un maestro Zen (no recuerdo el nombre ya que escribo de memoria y no fué uno de los más conocidos) encontró el Satori cuando su Maestro apuntaba hacia la luna con el dedo que le había sido cercenado. A partir de entonces, cuando alguien le preguntaba «¿Qué es el Zen» invariablemente levantaba su dedo índice.
¿Qué quería decir este Maestro? A partir de aquí toda respuesta posible serán conjeturas a no ser que se tenga una buena base argumental que sostenga la afirmación. No suele ser el caso. Lo habitual y sin deseo de ofender a nadie sino constatándo un hecho, es que las diferentes opiniones y posturas sean defendidas con la arrogancia del ignorante, lo cual, a mi juicio, no es que no sea bueno para el Budo y el pensamiento japonés, sino que es totalmente perjudicial toda vez que induce a la defensa numantina de la incultura en lugar de al avance intelectual.

Lo mismo que con el Zen ocurre con esa fuerza misteriosa llamada Ki. Salvo raras y honrosas excepciones como el bloguero Long o el Círculo de Aikido Hispalis (perdonadme si he escrito mal el nombre) con Marco Cera, la mayoría ofrece explicaciones del tipo «energía espiritual», o «la energía universal» u otros conceptos similares. Lo malo de estas repuestas y razones es que no se formula una lógica, sino lo contrario: si el espíritu es la parte inmaterial y no física del hombre, no puede generar una fuerza física ya que lo físico es material; si es una energía universal debería poder encontrarse en todo el universo, incluído el espacio exterior donde no se ha encontrado ningún resto de energía o fuerza.


 Breve introducción histórica

Desde las primeras civilizaciones, el Hombre se ha enfrentado al problema filosófico de la causa por la que existen cuerpos, entes, animados e inanimados, cuál era la razón, la causa por la que un ser animado, vivo, se conviertiese en materia inerte en el momento de muerte. Como es natural, cada civilización encontró su propia repuesta:
Egipto
Para los egipcios existían tres capas inmateriales que formaban parte de la personalidad del Hombre: Sejem que era la energía, el poder; Ba o la caraterística que hace al ser un individuo y Ka la fuerza vital, de la vida. Estos tres conceptos se integran en otros para conformar el Ser, entre ellos Jat que es su parte carnal.
India
Según las escrituras védicas, base del brahmanismo, la ancestral religión hindú, se trata de una sustancia emanada del Ser Eterno, diferente al cuerpo físico y con conciencia propia llamada Atman y que según un texto u otro tiene significado diferente, desde «respiración» en el texto más antiguo, hasta el principio de vida y sensación, pasando por alma, esencia, corazón o mente.
Grecia
Para los griegos era la psykhe, el principio vital o esencia interna que otorga identidad no explicable a partir de la realidad material (Aristóteles)
Tanto el concepto Psykhe, como el hebreo Néfesch, hacen referencia a la cualidad identificatoria del movimiento de la materia viviente.
Oriente
La cultura oriental procede, básicamente, de la India, aunque con el ascenso del Imperio Chino, esta cultura fué la quedó como dominante. Aunque con matices religiosos, fundamentalmente se entiende que la vida procede de la parte Superior del Hombre, que le acerca a la divinidad por medio de la iniciación de un camino de sabiduría y autoconocimiento.
El judeo cristianismo
La creación del Hombre está relatada en el Génesis, Dios/Jehová insufla un hálito de vida (alma) que desaparece en el momento de la mjerte, siendo por tanto un alma viviente. El Concilio Vaticano II definió al Hombre como uno en cuerpo y alma


 Occidente

La palabra y concepto «alma» proviene del latín ánima, el principio por el cual los seres animados tienen movimiento propio. Sin embargo este concepto varía según los distintos filósofos.
Para la religión cristiana el Hombre consta de cuerpo (la parte física) el alma (sus emociones) y el espíritu (la parte espiritual)
Para Platón era una dimensión más importante que el ser humano compuesta de lo identico y lo diverso. Dividiéndose en pasional, que reside en el torax, apetitiva que reside en el abdomen y racional que reside en la cabeza.
Tomás de Aquino definía el alma como la parte espiritual que puede planificar el futuro y disponer del espacio.
Descartes lo hacía oponiendo la cosa pensante contra la cosa extensa.
Para Espinoza era el atributo y modo de la sustancia divina.
Para Leibniz era una unidad básica (mónada) cerrada en sí misma.
Kant, por su parte pensaba que era la imposibilidad de aprehender lo absoluto
Mientras para Hegel era el desarrollo de una idea.
Nietzche símplemente lo definía como una invención y un ente imaginario
Y Freud como la diferencia entre el Yo y el Super-Yo.

En resumen, en Occidente nunca se creyó en alguna especie de energía universal sino en el hálito de vida insuflado por Dios en el Hombre y que toma diferentes interpretaciones según la escuela filosófica.


El Qi – Chi -Ki

En la cultura ancestral oriental, el «hálito de vida» es contemplado como el principio activo que forma parte de toda cosa viviente, por lo que suele ser traducido como «Energía natural», «Fuerza vital» o «Flujo de Energía». En la cultura hindú se conoce como Prana, en el Budismo Tibetano como Lung, en Corea como Gi, en Vietnam como Khi, Ki en Japón y Qi (Chi) en China.


En general su definición es:

Un sutil flujo de la energía y de los cinco elementos (aire, fuego, agua, tierra y espacio) que está más estrechamente conectado con el aire. Sin embargo,  es más que el aire que respiramos o el viento en el estómago, es mucho más profundo que eso. Es como un caballo y la mente es el piloto, si hay algo mal con el caballo el jinete no será capaz de montar correctamente. Su descripción es que es rugoso, ligero, fresco, fino, duro, móvil. Su función general es para ayudar al crecimiento, el movimiento del cuerpo, la exhalación y la inhalación y para ayudar a la función de la mente, el habla y el cuerpo. Ayuda a separar en el estómago lo que comemos en nutrientes y productos de desecho. Sin embargo, su función más importante es llevar a los movimientos de la mente, el habla y el cuerpo. Su es a la vez caliente y fría

En las Analectas (recopilación de charlas entre Confucio y sus alumnos) es descrito como la combinación de sangre y respiración (血氣, xueqi) mientras que Mencio (un discípulo aventajado de Confucio) describió una clase de qi que podría caracterizarse como energías vitales de un individuo. Este qi era necesario a la actividad, y podría ser controlado por una fuerza de voluntad bien integrada. Cuando es alimentado correctamente, este qi se decía que era capaz de extender más allá del cuerpo humano para alcanzar a todo el universo. Podría también ser aumentada por medio de ejercicio cuidadoso de las capacidades morales de uno. Por otro lado, el qi de un individuo puede ser degradado por fuerzas externas adversas que tienen éxito en la operación en ese individuo.

Se cree que no sólo los seres humanos y los animales estaban habilitados para tener qi. Zhuangzi indica que el viento es el Qi de la tierra. Por otra parte, el yin y el yang cósmica «son los más grandes del qi«. Describió el qi como «la emisión de luz» y la creación de efectos profundos. Dijo «los seres humanos nacen [debido a] la acumulación de qi. Cuando se acumula hay vida. Cuando se disipa hay muerte hay un qi que conecta y lo impregna todo en el mundo «.
Otro pasaje traza la vida fruto de la relación sexual entre el Cielo y la Tierra: «El más alto Yin es el más restringido La más alta Yang es el más exuberante El comedido sale de los Cielos Las cuestiones exuberantes sucesivamente de la Tierra Los dos se entrelazan y penetrar formando una armonía., y [como consecuencia] las cosas nacen «.

«El ensayo Guanzi Neiye 内 业 (Formación Interior) es el más antiguo escrito sobre el tema del cultivo de vapor [qi] y técnicas de meditación. El ensayo fue compuesta probablemente en la Academia Jixia en Qi a finales del siglo IV antes de Cristo»

Xun Zi, otro erudito confuciano de la Academia Jixia, seguida en años posteriores. En 9:69 / 127, Xun Zi dice: «Fuego y agua tienen qi, pero no tienen vida. Hierbas y árboles tienen vida, pero no tienen perceptividad. Las bestias tienen perceptividad, pero no tienen yi (sentido del bien y del mal , del deber, de la justicia). Los hombres tienen qi, la vida, la perspicacia, y yi. «El Pueblo chino en un momento tan temprano no tenía el concepto de la energía radiante, pero eran conscientes de que uno puede ser calentado por un fuego desde una distancia lejos del fuego. Se dieron cuenta de este fenómeno afirmando el «qi» irradiado por el fuego. A 18:62 / 122, que también utiliza el «qi» para referirse a las fuerzas vitales del cuerpo que disminuye con la edad avanzada.

Entre los animales, el gibón y la gruya se consideraban expertos en inhalar el qi. El erudito confuciano Dong Zhongshu (ca. 150 aC) escribió en su obra Anales: «El gibón se asemeja a un macaco, pero él es más grande, y su color es negro Sus antebrazos son largos, vive 800 años, debido a que es experto en el control de su respiración


 Investigación Científica

Ha habido una serie de estudios del qi, sobre todo en el sentido utilizado por la medicina tradicional china y acupuntura. Estos estudios han sido a menudo problemáticos y difícil de comparar entre sí debido a la falta de una nomenclatura común.
Una edición del United States National Institutes of Health sobre la declaración de consenso de la Salud sobre la acupuntura en 1997 señaló que los conceptos como qi «son difíciles de conciliar con la información biomédica contemporánea».  Una revisión de los ensayos clínicos que investigan el uso de Qigong interno para el manejo del dolor no encontró evidencia convincente de su eficacia.

Todas las publicaciones de estos estudios están disponibles en el National Center for Biotechnology Information (NCBI), un departamento de la United States National Library of Medicine (NLM) en el National Institutes of Health. Los artículos están disponibles en PubMed y PubMed Central


El Ki en Japón

 

Aunque utilizándo el mismo ideograma y utilizándo el mismo significado de «energía», el concepto Ki, tiene diferencias ostensibles con el Qi – Chi chino.

Las más importantes son de índole religiosa y cultural. El Shintoísmo, la religión nacional y ancestral japonesa, es primitiva y animista, lo que significa que cada elemento de la naturaleza posee su propia «alma» e identidad propia, por lo no contempla una «energía vital» que anime a los seres vivos, sino que son animados por su propia divinidad a la que se llega a través del «Camino de la Perfección», significado de la palabra Shinto.

En este sentido y culturalmente, el pensamiento japonés establece unos cánones según los cuales, esta perfección se alcanza fomentando los valores intrínsecos del ser.
El monte Fuji (Fujisan) es perfecto porque su forma es triangular, tiene una naturaleza volcánica y sus cumbres están nevadas, en sus laderas hay bosques y en su falda un lago (el lago Hakone).
Las rocas «casadas» de Iwajima son perfectas, por su erosión por la acción del viento, su fuerza y dureza al resistir el oleaje, la vegetación que crece en ellas y sus formas redondeadas (no triangulares). Además una es más grande y de aspecto robusto (elemento masculino) y la otra más pequeña de aspecto más suave (elemento femenino).

Es decir, el monte Fuji reúne todas las características de un monte y las rocas las de una roca.

Debido, principalmente, a sus características geofísicas y a su origen étnico (la etnia yamato), el japonés no es un pueblo especialmente dado a la metafísica o la espiritualidad como se suele creer por influencias del celuloide y la asimilación al orientalismo en general, es un pueblo eminentemente pragmático, lo cual le permite adaptarse a las circunstancias concretas del momento histórico que le toca vivir.
Ejemplos prácticos los podemos encontrar en el pasado no muy lejano: Japón sale de la Edad Media en 1868, en apenas medio siglo después está en condiciones de ganar la guerra ruso-japonesa y poco después desafía a las grandes potencias mundiales en la II Guerra Mundial. De ella salió un pais desvastado en todos los sentidos para remontarse hasta la cima de la tecnología y la economía en menos de medio siglo.

Con su pragmatismo característico, el Ki, no es comtemplado como «fuerza vital», sino como el hecho volitivo en sí mismo. Es el hombre el que dirige su voluntad hacia el objetivo deseado, material o inmaterial. Sin embargo, conviene aclarar y matizar algunos conceptos. La mentalidad japonesa no es inamovible, todo lo contrario, es permeable a todo tipo de influencia y cambia, adaptándose, a las circunstancias del momento.

En su raiz cultural, folklórica y religiosa está la idea de renovación constante. El Gran Templo de Ise, dedicado a la diosa del sol Amateratsu Omi Kami y donde se custodian uno de los tres simbolos sagrados, el espejo, es destruido y reconstruido regularmente mediante una gran ceremonia, por poner un ejemplo. Pero por mucho que se quiera ver (lícitamente) una profunda religiosidad y espiritualidad en ello, tambien es cierto que se trata de una práctica absolutamente pragmática: sus materiales, madera y paja, sufren el paso del tiempo y se pudren, por lo que es conveniente renovarlo cada cierto tiempo.


 

Con la influencia del budismo, el confucionismo y el taoismo, además de sus raices shintoistas, el Ki, es entendido como la voluntad que se transforma en acción pura, de forma tal que dominando la voluntad se domina la acción

La voluntad de un samurai debe estar puesta en la victoria

 Daidoji Yuzan -El código del samurai-

A menudo se utilizan frases hechas, tópicos que tienden ser malinterpretados y relacionadas con otras prácticas religiosas con las que, ciertamente, tienen puntos en común e influencias. «Mantener el vacío en la mente» tiene muchas influencias budistas, sin embargo la frase original japonesa es Fudoshin 不動心 (espíritu, mente, que no se mueve) cuyo significado exacto es que «nada interfiera en tu volundad», es decir que solo la voluntad de hacer algo (cualquier movimiento de artes marciales, cualquier gesto cotidiano, el trazo de la caligrafía…) para que ese algo sea perfecto. O dicho según los tópicos, «para el Ki fluya».


Confieso que tras más de una decena de años de práctica de artes marciales y estudios sobre Japón, fué de una Maestra Ceremonia del Té (Cha no Yu) de quien aprendí el verdadero significado del Ki y el «mantener la mente en calma» con toda la voluntad puesta en cada uno de los 31 movimientos que conforman la Ceremonia.


La fluidez del Ki

Concepto Tradicional
Supongo que resulta demasiado obvio que una cultura primitiva o ancestral si se le quiere dar a la palabra un contenido «más honroso», no tiene ni puede tener los conocimientos anatómicos de los que la Ciencia moderna dispone.
También supongo que todo aquel que haya estudiado el Ki (en su variante japonesa, no conozco el sistema en otras culturas orientales) haya notado el interés e importancia que se le da al Hara tanto es sus variantes de meditación como en el mundo del Budo.

Por tanto la primera premisa debe ser interpretar correctamente qué es el Hara.
Antes de explicar el Hara, hay que aclarar otro concepto: Shin (心) que aunque habitual y generalmente se traduce como corazón, lo cierto es que se usa con distintos significados: mente, espíritu, centro, ya que todos estos conceptos, corazón, mente y espíritu, son una sola cosa. Aclaro: Shin equivale a todo aquello que está en el centro de algo, concretamente en el caso del Hombre, su parte inmaterial. Es, por tanto, el centro de los sentimientos, de las emociones y del comportamiento.
El segundo punto a tener en cuenta es lo que los filósofos llaman «el libre albedrío», es decir, la libertad del Ser Humano en decidir su acción y comportamiento sean cuales sean las circunstancias. En este «libre albedrío» reside «La Voluntad» aunque el término es objeto de un debate filosófico que, de momento, vamos a pasar por alto por no tener una relación directa con este post.

El Hara es el núcleo del Shin en su acepción inmaterial, es decir excluyendo al organo físico del corazón, literalmente significa abdomen y en la tradición japonesa es donde residen y se originan los sentimientos, los pensamientos y, por tanto la voluntad.
El Harakiri (cortarse el vientre) servía precisamente para eso: para mostrar públicamente sus intenciones y con ello que no albergaba malos sentimientos, lo que le devolvía el Honor a quien lo ejecutaba.
También de ese concepto se deriva el excesivo desarrollo abdominal de los sumotori (luchadores de Sumo) para mostrar su determinación, su fuerza de voluntad o, mejor dicho, su «enorme» voluntad de victoria.

La acción de «concentrarse en el Hara», se entiende como concentrarse en esa voluntad, que nada ni nadie interfiera en el deseo volitivo de aquello que se quiere hacer, de modo tal que el resto de pensamientos e ideas queden descartados.
Por ejemplo, en la batalla o el combate, el miedo, el estrés de la situación o incluso la tendencia a pensar y meditar en la técnica o estrategia que se va a emplear. Solo debe haber un pensamiento, una voluntad: La victoria (aclararé este término más adelante).
Por ejemplo, en el Cha no Yu, mantener la pulcritud, elegancia y armonía de los movimientos sin importar el ruido, los invitados o cualquier otra circunstancia.
Por ejemplo, en el Shodo (la caligrafía) mantener fija la voluntand en el trazo y en el kanji o frase que se pretende escribir.
… Y así sucesivamente.

El Ki, o voluntad necesita un objetivo hacia el que fluir, sea éste material o inmaterial. Puede ser, sencillamente, caminar en una dirección. Este objetivo es fijado a través de la mirada, los ojos (Me 目)
Quienes estudian o practican o han practicado Budo con algún maestro japonés habrá detectado el énfasis e importancia que se pone en la mirada. Los ojos fijan nuestra atención, por tanto y por extensión, el objetivo hacia el que dirigir el Ki.
Es común en la práctica del Zen cerrar los ojos, se diría entonces que el Ki no tiene objetivo fijado, lo que ocurre es sencillamente que en la práctica Zen el objetivo es el mismo Shin y por tanto, mantener la mirada en otro punto equivale a distraer la atención hacia ese otro punto.

Una vez que la Voluntad es férrea, inamovible (Fudoshin) y nuestra mirada ha «fijado el objetivo» se puede decir que el cuerpo, que todo el Ser está preparado para ejecutar la acción. Esta acción es ejecutada por las manos (Te 手).
Si la Voluntad está totalmente concentrada en una acción, ya sea la victoria en un combate, servir el té o dibujar un kanji, las manos ejecutan ese movimiento sin vacilar, de forma absolutamente natural, sin que nada interrumpa o interfiera en la acción.

Por ello, en la cultura japonesa, se dice que el camino del Ki es Hara-Me-Te.

Lo que dice la Ciencia
En realidad y salvando las distancias culturales, primitivas o ancestrales, la Ciencia ratifica la teoría japonesa, eso sí, ajustando los conceptos a la realidad física:

El equivalente científico al Shin no es otro que el Cerebro, este organo es donde se almacena y procesa toda la información que recibe el cuerpo humano a través de sus sentidos y estimula el sistema nervioso para dar una respuesta adecuada. Además almacena los sentimientos y las emociones
A pesar de que en los inicios de la psicología se pensó que Mente y Cerebro eran partes independientes los científicos determinaron mediate experimentos que que el concepto mente era un componente en el funcionamiento cerebral por la expresión de ciertos comportamientos basados en su medio ambiente externo y el desarrollo de su organismo.

El proceso conocido como estrés, no es más que una reacción cerebral primitiva (que se produce en el sistema límbico) ante la percepción de una situación de peligro y que pone en marcha una serie de reacciones físicas para superarla, por ejemplo el aumento de riego sanguíneo, el aumento de percepción de los sentidos y la tonificicación muscular.

La Voluntad es un proceso complicado toda vez que mezcla conceptos filosóficos y reacciones cerebrales. Se define habitualmente como la facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Sin entrar en el debate filosófico en el que habría que comparar los diferentes postulados desde Platón a Schopenhauer, Rousseau o Trincado sin mencionar los postulados psicológicos y los procesos cognitivo-sensoriales que determinan esa Voluntad, partamos de la base de que ya se ha tomado una decisión, proceso que se inicia en el Neocortex y que afecta a múltiples áreas cerebrales.
De nuevo el cerebro, a través del Tálamo, procesa la información sensorial y la traslada al Cerebelo que, a su vez emite las ordenes, en forma de impulsos eléctricos, al sistema muscular, previo el análisis de la situación procesado por las llamadas «Areas de asociación».

Dicho de otra manera y como resumen: Una vez manifestada la Voluntad y Decisión, el Cerebro humano procesa y analiza la situación y ordena y programa automáticamente la acción más adecuada.


Ki y Budo

Utiliza la fuerza normal para evitar la derrota
Utiliza la fuerza extraordinaria para alcanzar la victoria.

Sun Tzu -El Arte de la Guerra-

Hay muchos factores que influyen en la utilización correcta del Ki en el Budo, el más importante y que convendría desterrar completamente es su mala interpretación, mala interpretación del Budo y su integración en el pensamiento y cultura japonesa.

Creo importante ofrecer la interpretación correcta de la palabra Budo, para poder entender el uso del Ki-Voluntad o Decisión, porque las redes sociales pregonen a bombo y platillo su reducción al «Respeto» y al «Bushido», tal cosa es totalmente irrelevante si no se entiende su verdadero significado.
Corren demasiados tópicos que no hacen otra cosa que enmascarar la Verdad, muchos por ignorancia, otros por indeferencia y desinterés y (en mi opinión la mayoría) muchos por alimentar un Ego basado en una falsa espiritualidad. Pero (también en mi opinión) si entendemos las artes marciales, el Budo, como «un camino de superación personal», éste pasa por ser más cultos, mejor informados y más veraces.

Sin título-2Bu (武) significa guerra, militar o relativo a lo militar. Sin embargo está compuesto por dos partes, una que representa dos lanzas cruzadas dando la idea de un conflicto (material o inmaterial) y otra que lee Tomeru (止) que significa detener, parar o Tadashi (正) que significa correcto, completo, dependiendo del autor, en cualquier caso la idea que representa es «resolver (parar, detener) el conflicto».
Por tanto, Budo, aunque se traduce habitualmente por «Via o Camino de la Guerra» (Algunos hacen una traducción libre aunque no inexacta como «Arte Marcial») su significado correcto sería «El método o camino para detener o resolver un conflicto».

 Nota:
Esta interpretación está basada en el idioma japonés, en la semántica china representa dos alabardas cruzadas representando la guardia que impedia el paso, en este sentido y por extensión significa «militar», «soldado». (correción por Antonio Milla Jimenez).
En su traducción literal japonesa significa «armas», «militar», «soldado», «caballería» y, por extensión «guerra».

Teniendo esto en cuenta, el Ki en el Budo debe orientarse única y exclusivamente a este objetivo: Resolver adecuadamente el conflicto.

Ocurre que este sencillo objetivo no es tan fácil ya que intervienen múltiples factores:  estrés, orgullo, sobrevaloración o infravaloración tanto de uno mismo como del oponente además de un sin fin de sentimientos: Ira, agresividad, miedo, inseguridad, etc.
Es obvio que el primer y más apremiante objetivo debe ser «dominarse a sí mismo», una frase interpretada en sus matices filosóficos y metafísicos, pero que su raiz es puramente física: dominar los procesos cognitivo-sensoriales para que ninguno de ellos, de las percepciones y sentimientos, domine sobre la voluntad original.

De este modo todo el ser: Mente o Cerebro y Cuerpo, actuarán al unísono y de forma automática sin interferencias de ideas preconcebidas o percepciones erróneas. Lo que los japoneses llaman «dejar fluir el Ki».


Hablaba antes sobre «La Victoria».
Es obvio que cada quien tiene y tendrá una idea u opinión acerca de como alcanzarla y en qué consiste. No es mi labor cuestionar esas ideas u opiniones, tan solo dar y ofrecer la interpretación según el Budo japonés (valga la redundancia).

Los textos clásicos preconizan la idea de «vencer sin luchar», un concepto un tanto vago y, como tal, difícil de entender correctamente ya que puede interpretarse de muchas maneras, desde el ser más inteligente y «resolver el conflicto» de un modo no agresivo, mediante la palabra o alguna maniobra diplomática, aplicando el concepto Seme (amenaza) y que consiste básicamente en utilizar el lenguaje corporal (shinsei), incluso la mirada (metsuke) para lograr que el oponente desista de su actitud o manifestando la fuerte determinación por derrotar al adversario («El guerrero primero alcanza la victoria y después lucha por ella»). En los dos últimos casos se trata de una demostración del concepto Ki.

También depende de la disciplina. Hacer desistir al contrario de su actitud puede interpretarse como derrotarle mediante alguna técnica de luxación, golpe o corte de katana, o también mediante la idea aikidoka de someterle sin provocarle un mayor daño o lesión.


Conclusión y Resumen

A pesar de las ideas muchas veces idealizadas y otras malinterpretadas sobre el Ki – Qi – Chi, no conviene olvidar que este concepto proviene, nada más y nada menos que de hace más de 2000 años. Desde entonces hasta el siglo XXI, la Ciencia y la Filosofía han avanzado y desarrollado múltiples maneras de entender ese fenómeno de «la energía que nos mueve», «la energía vital» o cualquier otra definición por el estilo.

Tambien conviene tener presente que el concepto cambia adaptándose a las singularidades de la cultura en la que se asienta y, concretamente en Occidente, tenemos el concepto «alma» que es exactamente el mismo que el de «ki». Por lo tanto y personalmente, no entiendo muy bien por qué buscar una mística oriental que nos es totalmente desconocida en lugar de optar por la mística occidental que tan buenos resultados artísticos y culturales ha dado. Pero eso es una opción personal y, como tal, ni la juzgo ni la critico. Mi lucha es contra la Ignorancia y la Incultura, sin más.

He ofrecido, creo, un completo análisis de lo que es y significa el concepto, tanto desde el punto de vista cultural como científico, es cierto que me he centrado en el concepto japonés, por la sencilla razón de que desconozco la cultura china, vietnamita o coreana, aunque, como es lógico, algo conozca por afinidad, pero no lo suficiente como para afirmar o negar algo taxativamente.

Por último y para los detractores de las artes marciales vistas como deporte. Si se presta atención a lo escrito, es fácil entender y comprender que estos principios pueden extrapolarse a la actividad deportiva, competitiva o, sencillamente como afición, sin que exista ningún tipo de contradicción.

Por lo demás, que cada quien extraiga las conclusiones que le venga en gana. Siguiendo el espíritu de este blog, si tienes algo que aportar que complemente, incluso que desmienta argumentalmente algunas o todas las afirmaciones aquí vertidas, siéntete libre de aportarlo en tus comentarios.


2 respuestas a El Ki (otra vez)

  1. Manuel dijo:

    Discúlpame, hubo un error. Quise decir kokyu nage en vez de kokyu ho. Gracias.

    Manuel

  2. Manuel dijo:

    Hola, buenos días. Quería agradecerte el estudio teórico tan exhaustivo y de calidad que has hecho. Creo que has tocado la mayoría de los aspectos y enfoques desde los que este tema puede abordarse. Me gustaría comentar, si es posible, un aspecto más: la experiencia.

    El Qi, en sí mismo, no es un concepto; es algo real, que se puede «experienciar» (aunque no exista la palabra). No estoy hablando de métodos «marciales» como partir ladrillos refractarios o maderas, doblar lanzas, respiraciones profundas, golpes con la cabeza, etc, etc como se ve en muchos documentales que hablan de «entrenamientos» para desarrollar el Qi. Hablo de practicar Qigong auténtico, original, de estudiar con maestros que conocen las auténticas enseñanzas del mismo. Y de dedicarle tiempo todos los días a su estudio y práctica. De mucho esfuerzo, trabajo, dedicación, voluntad. Es como intentar hacer variaciones de Kokyu Ho la primera semana que empiezas a practicar Aikido; necesitas tiempo para trabajar la técnica, el peso, la conexión, el ma-ai, etc, etc. El Qi es igual; solo a través de la experiencia a lo largo del tiempo puedes conocerlo, sentirlo, entender qué es y qué no es.

    La opinión de la ciencia, siento decirlo, no es relevante al respecto. En demasiadas ocasiones le otorgamos más poder del que realmente tiene y creemos su «palabra» a pie juntillas. La ciencia es limitada, mucho. Hay miles de fenómenos que la ciencia no puede explicar y, sin embargo, existen, son reales.
    Por poner un ejemplo simple, hace más de 2.000 años, maestros de meditación muy conocidos ya expresaron conocimientos tales como «El vacío es la forma, la forma es el vacío». Sin embargo, no es hasta los últimos 40-50 años cuando la física cuántica está haciendo «sorprendentes descubrimientos» relacionados con ello.

    No pretendo sembrar la polémica con este comentario; tan sólo abrir un poquito la mente. Existen fenómenos naturales, nada especiales, que podemos llegar a experimentar con las enseñanzas adecuadas y el tiempo necesario de dedicación y esfuerzo. Son reales, no teóricos. No es misticismo oriental, no es fe ciega, no son creencias, no es nada oculto ni especial. Es algo real, algo natural. Todo aquel que tenga verdadero interés en conocerlo y la necesaria apertura mental, puede hacerlo.

    Gracias, nuevamente, por tu gran exposición. Un cordial saludo.

    Manuel.

Deja un comentario